Huella de CO2 más baja y menos consumo de energía. Con el desarrollo de los nuevos secadores frigoríficos DT, BOGE establece nuevas referencias. El compresor frigorífico regulado por frecuencia y el ventilador regulado por velocidad son solo dos de las características inteligentes que garantizan un funcionamiento óptimo y adaptado a las necesidades reales. Los nuevos modelos también son especialmente respetuosos con el medio ambiente.
“Este equilibrio energético es único: al ampliar los secadores frigoríficos de la serie DT, el especialista en aire comprimido de Bielefeld supera con creces a muchos productos similares”, señalan desde la compañía.
Los secadores frigoríficos DT 4 a DT 140, que ya garantizan un punto de rocío constante de 3 °C con un caudal de 0,4 a 14 m³/min, se complementan ahora con nuevos modelos que presentan un caudal de 18 a 75 m³/min. Pueden ser rígidos o regulados por frecuencia y, de manera opcional, también están disponibles con refrigeración por agua. Un componente importante de la nueva generación es el compresor de desplazamiento con encapsulado hermético, que también está disponible en la versión regulada por frecuencia (DT 180 F) a partir de un caudal de 18 m³/min.
Ahorrativo y extremadamente flexible
Los secadores frigoríficos de la serie DT permiten un funcionamiento con pocas vibraciones y sin apenas ruido. Con la variante regulada por frecuencia, BOGE marca un nuevo hito en términos de eficiencia energética, pues el secador adapta de forma flexible el consumo de energía a la carga térmica y al caudal del refrigerante, necesita corrientes de arranque más bajas y, en consecuencia, reduce de forma notable el consumo de energía, sobre todo en el régimen de carga parcial.
El ajuste en función de la demanda reduce a un mínimo los costes energéticos, lo que a su vez tiene un efecto positivo en el coste total de propiedad. La regulación por frecuencia no solo garantiza un rendimiento de secado óptimo incluso con cargas bajas, sino también una máxima estabilidad del punto de rocío. Además, existen cinco modos de funcionamiento que permiten realizar ajustes personalizados. “Al seleccionar el modo de funcionamiento pertinente, el operario puede centrarse en lograr un ahorro energético máximo o un punto de rocío óptimo”, afirma Gunnar Heise, jefe de producto de BOGE. “En el quinto modo de funcionamiento, el secador frigorífico cambia de forma automática entre los diferentes modos, lo que garantiza unos resultados magníficos”.
Otro elemento que revierte en el ahorro consiste en que, si el caudal desciende por debajo del 20 %, el control desconecta por completo el compresor frigorífico. El condensado del intercambiador de calor sigue refrigerando el aire comprimido hasta que el punto de rocío vuelve a superar el valor nominal y el compresor frigorífico no se conecta de nuevo hasta que esto ocurre. El consumo energético también se reduce gracias al ventilador regulado por frecuencia. La regulación por frecuencia permite controlar de forma precisa la capacidad de refrigeración, lo que aumenta la conducción de la temperatura y la eficacia del secado hasta un nivel óptimo.
Visión clara y baja huella de CO2
El secador frigorífico dispone de una gran pantalla que muestra claramente todos los valores, como el uso del compresor regulado por frecuencia, de la válvula de expansión electrónica y del ventilador regulado por velocidad, o los valores de parámetros concretos, como la temperatura o la presión de evaporación o condensación. El registro uniforme de los datos constituye la base para optimizar el proceso y, además ayuda a identificar errores de forma más temprana. Además, esto también permite programar mejor los ciclos de mantenimiento. Los secadores frigoríficos DT ofrecen una conectividad óptima a través de diversas interfaces, por lo que pueden integrarse a la perfección en la infraestructura existente.
Los modelos DT están equipados de serie con el refrigerante R 513 A, respetuoso con el medio ambiente y a prueba de futuro, que presenta un potencial de calentamiento global muy reducido. Por su parte, el circuito de refrigeración está herméticamente cerrado, lo que elimina la necesidad de encargar una prueba de estanqueidad anual a un experto en refrigeración certificado. En definitiva, BOGE cumple sin problemas los requisitos del Reglamento (UE) 517/2014 sobre gases fluorados de efecto invernadero, mejora la huella de CO2 y, en consecuencia, realiza una importante contribución a la sostenibilidad.
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