La Directiva de Equipos a Presión (PED) es la norma de la UE que establece los requisitos básicos para la fabricación y diseño de equipos sometidos a presión.
Como equipos a presión, la normativa recoge a aquellos integrados en las calderas de vapor, recipientes o depósitos acumuladores, válvulas de seguridad, tuberías o colectores y otros componentes que cumplan los requisitos de la norma para ser considerados dentro de ella.
En el sector del aire comprimido, todos los recipientes acumuladores de aire están sometidos a la norma en función de su producto P x V.
Esta Directiva (PED) está aprobada por El Parlamento Europeo y el Consejo con fecha 29 de mayo de 1997, como Directiva 97/23/CE, con la misión de aproximar las legislaciones de los estados miembros sobre equipos a presión.
En la actualidad, La Directiva 97/23/CE está derogada desde el 19 de julio de 2016, por el artículo 50 de la Directiva 2014/68/UE del Parlamento Europeo y del Consejo de 15 de mayo de 2014.
La nueva Directiva 2014/68/UE del Parlamento Europeo y del Consejo refunde la anterior Directiva 97/23/CE, adaptando sus disposiciones a la nueva normativa comunitaria.
La Directiva de Recipientes a Presión (PED) comparte la misma filosofía que la normativa ASME (Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos) formulada por los Estados Unidos, con la idea de armonizar los equipos y recipientes sometidos a presión entre los diferentes estados.
Las normas PED y ASME regulan la mayoría de los equipos y recipientes a presión del mundo. Por lo tanto, no es de extrañar recibir consultas de un depósito de aire comprimido según ASME o con el requisito de cumplir la PED.
Aunque la idea de regulación es la misma, los requisitos no lo son y por esa razón hay que tener cuidado a la hora de ofertar equipos para evitar errores. Tampoco la certificación es la misma ni tiene el mismo precio.
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