La biofábrica de Ence en Navia ha iniciado su parada técnica anual. En ella participarán hasta 1.650 trabajadores y 120 empresas con el objetivo de llevar a cabo importantes mejoras en la planta. Asimismo, se aprovechará para instalar los puntos de conexión necesarios para el proyecto “Navia 80” que supondrá una ampliación de capacidad de 80.000 toneladas de Ence Navia y que será operativa en 2019.

Dentro del compromiso de Ence con la creación de empleo en su entorno próximo, hay que destacar que una parte importante de las empresas que toman parte en la parada son asturianas. Participan también empresas especializadas del sector de la celulosa que proceden de países como Brasil, Holanda, Austria, Noruega y Suecia.

La Parada 2018 dedicará más de 4,2 millones de euros al capítulo ambiental, principalmente para la instalación de un nuevo clarificador de licor verde, que supone mejoras operacionales en el proceso de recuperación de productos químicos y de reducción de emisiones de partículas en los hornos de cal. Otra inversión relacionada con este capítulo es la reducción de ruidos en las líneas del parque de maderas y las torres de refrigeración.

La reducción del impacto oloroso de la fábrica, reducir el impacto acústico de la factoría en su entorno, minimizar emisiones e incorporar mejoras en la calidad de su efluente son objetivos destacados de la Parada de la biofábrica de Ence. En este sentido, hay que destacar el impulso que Ence dará al Plan de Eliminación de Olores, que permitirá reducir el impacto oloroso significativamente. A pesar de las mejoras logradas en este campo, Ence mantendrá su esfuerzo inversor hasta la total erradicación de los olores.

Para la mejora de la eficiencia del descortezado y así poder alcanzar niveles de eficiencia óptimos en el aprovechamiento de la madera, se sustituirá un  nuevo tambor de descortezado en línea del parque de maderas, lo que supondrá una inversión de 1,3 millones de euros.