El Ministerio de Fomento ha aprobado el expediente de información pública y el proyecto de trazado "Autovía Mudéjar (A-23). Tramo: Sabiñánigo (Este) -Sabiñánigo (Oeste)", en Huesca.

El presupuesto de licitación de las obras, con una longitud de 8,6 km, se calcula en 85,81 millones de euros.

El nuevo tramo de autovía dará continuidad a los tramos de autovía A-23 ya en servicio tanto al Sur como al Oeste de Sabiñánigo, sirviendo como circunvalación de esta población y permitiendo una conexión más eficaz con la carretera N-260 que da acceso a Biescas.

El proyecto se corresponde con el tramo de autovía A-23 de nuevo trazado que supondrá una alternativa a la N-330 entre el enlace de Sabiñanigo Este y el enlace Sabiñanigo Oeste, que sirve de conexión con el tramo de la A-23 ya construido entre Sabiñánigo y Jaca.

El tramo se localiza íntegramente en el término municipal de Sabiñánigo, avanzando en sentido Noroeste como variante de la carretera N-330, por el exterior del vertedero de Sardas y del núcleo de Aurín.

El trazado incluye tres enlaces:

-Enlace de Sabiñánigo Este. Se completa el enlace ya existente, por lo que únicamente se proyectan los ramales del lado de Jaca.

-Enlace con la carretera N-260 hacia Biescas, de tipo trompa. En el diseño de este enlace se ha proyectado un ramal como variante de la N-260 de un kilómetro de longitud, con sus correspondientes vías de servicio para permitir las conexiones de todos los ramales de enlace, el acceso a la estación de servicio existente y el tramo de la N-260 que quedará como vía de servicio.

-Enlace del Sabiñánigo Oeste. Semienlace dirección Jaca, configurado mediante una glorieta elevada sobre la autovía, que sirve de conexión con la N-330 para dar acceso a Sabiñánigo.

El proyecto incluye un total de 16 estructuras: 5 viaductos, 5 pasos superiores, 4 pasos inferiores y 2 estructuras de cruce de ramales de enlace.

Destaca la ejecución del viaducto sobre los ríos Gállego y Aurín con una longitud de 934 m.

El proyecto incluye también la remodelación de dos nudos existentes en la actual carretera N-330 a su paso por Sabiñánigo, transformándolos en glorietas para adaptar la carretera a su función futura como vía de servicio de la autovía. Así como todas las medidas de integración ambiental y protección del patrimonio cultural.