Un proyecto que comenzó hace muchos años con las primeras instalaciones de Gas Natural Comprimido (GNC) para la carga de vehículos. Estas iniciativas encontraron no pocas dificultades, ante la falta de inversión y apoyos ante aquella fatídica pregunta sobre qué debería ser antes, los clientes o los puntos de distribución.
Evidentemente, en esa época, la fabricación de vehículos en Europa, así como el uso de los mismos no estaba muy extendida. Solo una solución desde la inversión pública, podía ayudar a los pioneros de la época en el desarrollo de este tipo de estaciones. Así, los primeros proyectos en Europa, vinieron de la mano de los ayuntamientos, con inversiones millonarias para adaptar los vehículos de transporte público y servicios auxiliares al uso del gas.
Algunos aeropuertos se sumaron a la iniciativa, con relativo éxito, debido a la dificultad de adaptar todos los vehículos de pista, no solo los de transporte de pasajeros.
Pronto se planteó el siguiente problema, cómo crear una red de estaciones de servicio que permitiera encontrar puntos de recarga por todo el territorio. No fue fácil y de hecho esta red sigue siendo hoy deficitaria. Nuevamente se tiró de inversiones públicas y se buscó el apoyo de grandes consumidores, como las cooperativas del taxi.
Los fabricantes buscaron soluciones para sus productos en las grandes factorías, donde con un gran esfuerzo comercial, planteaban las ventas del GNC. En este sector encontraron sinergias muy interesantes, como las que surgieron entre los fabricantes de carretillas elevadoras a gas y los compresoristas.
Finalmente, es una buena noticia ver cómo los combustibles poco contaminantes se abren paso poco a poco, implantándose en el mercado, aunque no lo sea tanto para los fabricantes de compresores de gas. Ni a nivel contaminante, ni en el motor se puede notar la diferencia entre el GNL y GNC. Sin embargo, el GNL parece que contiene más energía y posee mejor gama que el GNC. Así para los vehículos de gran tamaño, el GNL llega a ser más atractivo gracias a su reducido peso, espacio a bordo y autonomía.
GAS NATURAL FENOSA ha anunciado que construirá ocho nuevas estaciones de servicio de GNL, en un plazo aproximado de dos años. La inversión de esta primera fase será de unos siete millones de euros. Con este proyecto, la compañía impulsará el uso del gas natural como combustible en transporte de mercancías por carretera en España.
Las nuevas estaciones se sumarán a las nueve que ya posee la compañía, dos de ellas en fase de desarrollo. Las estaciones suministrarán GNL, empleado en vehículos pesados que recorren largas distancias.
La segunda fase del plan, prevista para 2019/2020, supone la construcción de nueve estaciones más, con una inversión de cerca de los ocho millones de euros. Estas infraestructuras se llevarán a cabo tras evaluar los resultados obtenidos en la primera fase. En función de la evolución de la demanda, la compañía estudiará el desarrollo de nuevas ubicaciones para aumentar la oferta y mejorar el acceso de los clientes al GNL.
Actualmente circulan en España cerca de 4.000 vehículos que consumen gas natural. La mayor parte, taxis, flotas de empresas, autobuses urbanos y camiones de la basura, se alimentan de gas natural comprimido (GNC).
Cerca de 150 camiones emplean en la actualidad la tecnología GNL, pero las previsiones apuntan a que en 2028 circularán por la península cerca de 5.000 vehículos que utilizarán GNL, es decir el 3% del parque total. Las ventas de combustible se acercarán ese año a los 640 GWh.
|