En condiciones normales, el hidrógeno es un gas incoloro, inodoro, insípido y muy reactivo a temperaturas elevadas. Ocupa el primer lugar en la Tabla Periódica.

Lo podemos encontrar como componente en todo el universo, por lo que se puede considerar como el elemento más abundante conocido.

De símbolo H, número atómico 1 y masa atómica 1,00797 g/mol, con una densidad de 0,071 g/ml.

La reacción del hidrógeno con el agua (H2O) forma el agua, elemento fundamental para la vida en la tierra.

El hidrógeno tiene multitud de usos y aplicaciones. Su uso es necesario en el refino del petróleo, en la hidrogenación de aceites vegetales para la obtención de grasas o como propulsor de cohetes en combinación con otros gases.

Pero si por algo se ha hecho popular en los últimos años, es por su uso como combustible del futuro en la llamada pila de combustible con la que se obtiene la energía eléctrica para el accionamiento del motor de los vehículos. El hidrógeno es un combustible ecológico porque en su combustión desprende solo agua pura. Además, la obtención del hidrógeno en la naturaleza es inagotable.

Sin embargo, el hidrógeno tiene un gran problema y es que no se encuentra en estado libre en la naturaleza, sino formando parte de compuestos. Esta situación obliga a desarrollar complejos procesos para su producción.

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