TÜV SÜD ofrece dos nuevas marcas de certificación voluntaria, "Sistema de pila de combustible" y "Componente de sistema de hidrógeno", para sistemas de pila de combustible estacionarios hechos en fábrica y componentes de transporte de hidrógeno, respectivamente.
Mientras que las pilas de combustible producen electricidad a partir de una reacción electroquímica, los componentes de transporte de hidrógeno, como válvulas, boquillas de repostaje, acoplamientos de ruptura y mangueras, se utilizan en las estaciones de repostaje de H2 o en vehículos de H2. Al certificar sus productos, los fabricantes no sólo informan de su calidad y seguridad a clientes y consumidores, sino que también obtienen una gran ventaja competitiva.
La base normativa comprende las normas IEC 62282-2 y -4 para los módulos de pilas de combustible, IEC 62282-3 para los sistemas de pilas de combustible, ISO 19880-3 y -5 para las válvulas de hidrógeno y las mangueras de los surtidores e ISO 17268 para los acoplamientos de ruptura y las boquillas de repostaje.
Productos y producción a examen
La certificación confirma algo más que la conformidad de los productos o sistemas con las normas técnicas de seguridad nacionales e internacionales. Cuando es necesario, TÜV SÜD también lleva a cabo inspecciones en la fábrica de producción y realiza auditorías de vigilancia periódicas. En Garching, cerca de Múnich, TÜV SÜD dispone de un laboratorio de ensayo de hidrógeno de última generación en el que se comprueba la preparación, la compatibilidad y el rendimiento de los componentes y sistemas para H2, desde la comprobación del diseño hasta la homologación y la certificación.
Un paso por delante de la evolución del mercado
"Las pilas de combustible de hidrógeno ofrecen la oportunidad de reducir eficazmente las emisiones en los productos industriales y de consumo, en el sector del transporte y en la producción de energía", afirma Martin Sekura, Director de Desarrollo de Negocio de Hidrógeno de TÜV SÜD. Los casos estudiados en las acerías muestran que los clientes están cada vez más dispuestos a pagar precios más altos si se utiliza este vector energético para reducir la huella de carbono.
La certificación de las pilas de combustible y los componentes de hidrógeno no ha sido exigida por los reglamentos en la mayoría de los casos hasta la fecha. Sin embargo, la modificación prevista del Reglamento de Infraestructuras de Combustibles Alternativos (AFIR) podría cambiar esta situación con el tiempo. Al ampliar la infraestructura para los combustibles alternativos, la Unión Europea está creando oportunidades para impulsar la descarbonización eficazmente. "Nuestras certificaciones voluntarias permiten a sus titulares marcar la diferencia y ya promueven la sostenibilidad hoy en día, manteniéndonos un paso por delante del desarrollo", señala Martin Sekura.
|