Básicamente se refiere al valor diferencial entre dos presiones. En los procesos industriales este valor es fundamental para entender determinadas circunstancias de un circuito.

Por ejemplo, en una red de agua o de aire comprimido, el valor de la pérdida de carga o de presión que existe entre dos puntos determinados de ese circuito se denomina presión diferencial. Si ese valor supera una cifra de referencia, el sistema o los técnicos a su cargo tendrán que tomar determinadas decisiones.

La presión diferencial no solo se refiere a circuitos, puede utilizarse para ver el nivel de saturación de un filtro de agua, de aire comprimido o de partículas en un circuito de refrigeración. El control de la presión diferencial en un sistema suele ser clave para que dicho sistema funcione.

Para medir la presión diferencial se utilizan equipos que hacen una lectura entre dos puntos del elemento a medir. Pueden ser mecánicos como los manómetros de presión diferencial o electrónicos como los transmisores de presión diferencial.

El valor de la presión diferencial tiene también una gran importancia en medicina. Cuando el médico toma la tensión, lo que hace es medir la presión arterial entre el valor máximo (sistólica) y el mínimo (diastólica). Esos dos valores por sí mismos ya facilitan una información importante, pero también el valor diferencial entre ambos puede indicar que el paciente podría tener riesgos cardiacos inmediatos.

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