ElectroGas Malta (EGM) ha adjudicado a Reganosa Malta la operación y el mantenimiento de la planta de regasificación de Delimara, instalación que forma parte de un proyecto que es el pilar sobre el que se modernizará el sector energético de Malta. El contrato, con una duración de dieciocho años, constituye un hito para ambas partes.
Con esta alianza, EGM avanza hacia la entrada en operación comercial de la nueva instalación, al contar con un TSO europeo para la operación y el mantenimiento de la planta regasificadora. Reganosa, por su parte, impulsa su actividad en el mercado global desde su experiencia como promotor y operador de infraestructuras en el sector gasista español y en línea con su estrategia.
El pasado año, ElectroGas Malta, consorcio formado por Siemens, Socar y GEM, invitó a Reganosa a participar en el proceso de selección del operador de la planta de regasificación de Delimara, en el sureste de la isla de Malta. Dicho proceso culminó con la firma del contrato de operación y mantenimiento entre el promotor y la filial maltesa de Reganosa, denominada Reganosa Malta, a finales del 2016.
Hasta ahora, la principal fuente energética de Malta son los hidrocarburos pesados, empleados en la generación eléctrica, y los ligeros, usados tanto en generación eléctrica como en automoción. Más del 98 % de la electricidad producida en el país proviene de combustibles derivados del petróleo, con los inconvenientes ambientales que ello comporta. De ahí que el Gobierno diseñase para el sector energético maltés un plan de mejora ambiental con una energía más competitiva que los hidrocarburos pesados, el gas natural.
El proyecto incluye la planta de regasificación de Delimara, un buque de almacenamiento de gas natural licuado (GNL), el Armada LNG Mediterrana, de 125.000 metros cúbicos de capacidad, y una central de ciclo combinado de 215 megavatios. La planta de regasificación también suministrará gas natural a Enemalta, la compañía estatal de generación y distribución eléctrica, con la finalidad de alimentar una de sus plantas, dotada de 150 megavatios aproximadamente.
La nueva terminal, que el 11 de enero recibió su primer cargamento de GNL, es una de las dos únicas en el mundo con tecnología FSU (Floating Storage Unit), que consiste en almacenar el combustible en un buque atracado en la terminal, en lugar de ubicar los tanques en tierra. Se avanza así en un proyecto clave para la transformación energética de Malta y para su integración en el sistema gasista europeo.
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