Repsol invertirá 200 millones de euros en la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, en su refinería de Cartagena, que permitirá suministrar 250.000 toneladas al año de biocombustibles avanzados, como biodiésel, biojet, bionafta y biopropano, que podrán usarse en aviones, barcos, camiones o coches sin necesidad de hacer modificaciones en el motor. Estos ecocombustibles se producirán a partir de residuos y su uso permitirá reducir 900.000 toneladas de CO2 al año.
La economía circular, pilar estratégico para la descarbonización del transporte
Repsol incorpora biocombustibles a sus carburantes de automoción desde hace más de dos décadas. Ahora da un paso más y, empleando como herramienta la economía circular, producirá biocombustibles avanzados a partir de distintos tipos de residuos de la industria agroalimentaria y otros, como aceites de cocina usado. De esta forma, Repsol consigue dar una segunda vida a residuos que de otro modo acabarían en un vertedero y los transforma en productos de alto valor añadido.
Los biocombustibles avanzados son una solución sostenible para todos los segmentos de la movilidad, y especialmente para aquellos que no cuentan con otra alternativa para descarbonizar su actividad, como el transporte marítimo, de larga distancia o la aviación. Con ellos es posible reducir entre un 65 y un 85% las emisiones netas de CO2 respecto a los combustibles tradicionales a los que sustituyen.
Avance en las obras de construcción
El proyecto se está desarrollando en cuatro áreas diferentes que abarcan una superficie de 41.500 m2. Tres de ellas se ubicarán en el interior de la refinería y se corresponden con la unidad de hidrotratamiento, la unidad de producción de hidrógeno y el área de depósitos para el almacenamiento de los biocombustibles. La cuarta zona se ubicará en las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Cartagena donde opera Repsol. En esta área se habilitarán las infraestructuras necesarias para el almacenamiento de las 300.000 toneladas anuales de los distintos tipos de residuos que llegarán por vía marítima, y su posterior suministro al mercado nacional o de exportación.
Tras los trabajos previos de desmantelamiento de las instalaciones en desuso en el interior de la refinería para albergar las nuevas unidades – con el desmontaje de 53.000 m3 de terreno-, en la actualidad, las tareas se centran en trabajos de obra civil. En concreto, ya han comenzado las obras para la construcción de los depósitos que almacenarán los biocombustibles avanzados. En las áreas donde irán ubicadas las plantas de hidrotratamiento e hidrógeno, ya se están desarrollando trabajos de obra civil relacionados con la instalación de estructuras de hormigón y la colocación de racks para las tuberías por las que se desplazarán las materias primas y los biocombustibles avanzados.
En los trabajos de construcción participarán 240 empresas auxiliares y 1.000 personas
La ampliación de las instalaciones de la refinería de Cartagena para construir la nueva planta de biocombustibles avanzados, que estará dotada de tecnología de vanguardia, va a suponer la generación de unos 1.000 puestos de trabajo en las diferentes fases del proyecto y la implicación de 240 empresas auxiliares- de las que el 21% serán locales, el 25% regionales, el 42% nacionales y el 12% internacionales-.
En la actualidad, ya se encuentran trabajando en el interior de la refinería más de 25 empresas contratistas y unas 300 personas. La cifra se irá incrementando hasta llegar a los 600 empleados de media, previendo que la punta se alcance el próximo otoño con unos 800 trabajadores entre directos e indirectos.
Desde que se pusiera en marcha el proyecto, Repsol ha destinado más de 72 millones de euros a trabajos previos de ingeniería, encargo de equipos y mano de obra de empresas auxiliares.
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