Repsol contará en 2021 con la primera planta de la Península Ibérica para la fabricación de polímeros de alta resistencia al impacto. Para producir estos materiales avanzados, la compañía adecuará una de las unidades de su Complejo Industrial de Tarragona, con un coste de 32 millones de euros.
Se trata de un producto de alta especialización, que aporta un gran valor añadido en mercados como el de la automoción, tanto por su mayor ligereza como, por su gran resistencia al impacto.
Este tipo de polímeros sirve como materia prima para la fabricación de parachoques y diferentes elementos interiores y exteriores de los vehículos que requieren de especial firmeza, como paneles de puertas e instrumentos. Su uso en estas piezas aumenta significativamente la protección del habitáculo.
Estos materiales también son útiles para otras aplicaciones, como la fabricación de maletas, equipamiento deportivo o carcasas de grandes baterías.
Esta nueva gama de polímeros tiene menor densidad que otros materiales alternativos, disminuyendo el peso total de los vehículos, lo que reduce sus emisiones y amplía su autonomía.
Para fabricar esta nueva gama de polímeros, Repsol instalará un segundo reactor en una de las unidades de producción de polipropileno del área Química de su Complejo Industrial de Tarragona. En este centro petroquímico se fabrican distintos tipos de polímeros, materia prima para infinidad de productos de uso cotidiano.
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