Repsol invertirá 5 millones de euros en su fábrica de lubricantes de Puertollano con el objetivo de incrementar la producción, hasta alcanzar su capacidad máxima, dentro del objetivo de la compañía de aumentar las ventas en el mercado nacional e internacional.
En esta planta, la más importante de lubricantes que tiene Repsol en el mundo, se pasará de una producción de 115.000 a 170.000 toneladas al año, dentro de los objetivos fijados en el plan estratégico 2017-2021 del negocio de lubricantes.
En la fábrica de lubricantes de Repsol en Puertollano trabajaban hasta ahora 64 empleados en dos turnos de producción, mañana y tarde, de lunes a viernes. Para atender el aumento de producción previsto, se ha establecido un tercer turno de trabajo, en régimen nocturno, lo que ha supuesto la incorporación de 9 nuevos trabajadores, todos ellos del área de Puertollano, que pasan a formar parte de la plantilla de la compañía.
Asimismo, para atender las necesidades originadas por el aumento de producción, se ha incrementado el volumen de contratación de servicios con las empresas auxiliares, fundamentalmente en mantenimiento, servicios de transporte y movimiento de material.
Puertollano es el principal centro de fabricación de lubricantes de Repsol. De las más de 147.000 toneladas de lubricantes que Repsol vendió en 2016, 115.000 toneladas (casi el 80%) se produjeron en Puertollano, mientras que el resto salió de las diez factorías que la compañía tiene en diferentes países.
En el proceso de destilación del petróleo que se lleva a cabo en el Complejo Industrial de Puertollano se obtienen bases lubricantes que sirven de materia prima para la producción de lubricantes. En la planta de mezcla y envasado de Repsol en Puertollano se incorporan a las bases lubricantes determinados aditivos para mejorar las propiedades.
Los aditivos aportan sensibles mejoras incluso en pequeños porcentajes, como en el índice de viscosidad, un punto de congelación más bajo, antioxidación, anticorrosivos, antiespumantes, antiemulsionantes, antidesgaste…Tras la incorporación de aditivos en las instalaciones de mezcla, el producto es envasado para su comercialización. En el Complejo de Puertollano se cuenta con seis líneas de envasado.
En 2017, Repsol ha diseñado un plan estratégico hasta 2021 que contempla duplicar el volumen total de ventas, alcanzando las 300.000 toneladas, y cuadruplicarlo en el extranjero. Las principales áreas de crecimiento serán Asia y Latinoamérica.
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