KiwiRail, empresa estatal neozelandesa, responsable de la red nacional de ferrocarriles, y Stadler han firmado un acuerdo marco a largo plazo y un primer contrato para el desarrollo y construcción de 57 locomotoras diésel de línea que se llevara a cabo en la planta de Valencia.
En virtud de este contrato, Stadler suministrará locomotoras monocasco Co-Co de última generación adaptadas a los requisitos y esquemas operativos específicos de KiwiRail y equipadas con componentes y subsistemas de eficacia probada en servicio comercial. Las nuevas locomotoras de vía estrecha se utilizarán en operaciones ferroviarias de carga y de pasajeros, principalmente en la Isla Sur, que cuenta con una compleja topografía.
Las locomotoras cumplirán con la última normativa europea de emisiones (Stage V). Esto supone no sólo una reducción sustancial de los óxidos de nitrógeno y de las emisiones de partículas, con el consiguiente beneficio para el medio ambiente y la salud pública, sino también una combustión optimizada que reduce el consumo de combustible y las emisiones de CO2.
Las locomotoras dispondrán de dos cabinas y caja de gálibo estrecho. Estarán equipadas con un motor diésel que proporcionará una potencia instalada de 3000 kW, permitiendo en muchos casos a KiwiRail operar sus trenes con menos locomotoras que en los servicios actuales.
Las dos cabinas de conducción se diseñarán en estrecha colaboración con KiwiRail y de acuerdo con los últimos estándares europeos, con el objetivo de lograr un entorno de trabajo ergonómico, cómodo y seguro.
El presidente ejecutivo de KiwiRail Group, Greg Miller, ha indicado que las locomotoras representan una nueva era para el ferrocarril en Nueva Zelanda.
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