Flexens, Lhyfe y la Universidad de Estocolmo han publicado el informe completo sobre el proyecto BOxHy, lanzado en octubre de 2023. En sus conclusiones se esboza el proyecto piloto de inyección de oxígeno en alta mar BOxIn, que se anunciará dentro de unos meses y cuya duración prevista es de unos 6 años. Los socios también se congratulan del creciente interés de los científicos, la industria y las instituciones por el importante problema de la “asfixia” oceánica (desoxigenación) y la opción de la reoxigenación, con el destacado ejemplo de las Naciones Unidas, que respaldaron este proyecto en el marco del Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible 2021-2030 hasta octubre de 2024.
Según los informes, los océanos de todo el mundo vienen perdiendo oxígeno desde la década de 1950. Las causas son el calentamiento global y la contaminación del agua. Por un lado, el calentamiento global está aumentando la temperatura superficial del agua, alterando así la concentración de oxígeno en el agua, alterando la estratificación y las corrientes marinas (sus rutas y propiedades). Por otro lado, los nutrientes vertidos en el medio costero a través de la escorrentía desde tierra (procedentes sobre todo de fertilizantes o aguas residuales) generan una proliferación excesiva de algas. Como las bacterias encargadas de descomponer las algas respiran oxígeno, cuantas más algas haya, más oxígeno consumirán las bacterias: es la eutrofización. Cuando ya no hay suficiente oxígeno, las bacterias empiezan a movilizar sustancias, como el fósforo, antes almacenado en el sedimento, que contribuye a alimentar nuevas algas. Este círculo vicioso agota el contenido de oxígeno, que llega un punto en que ya no es suficiente para sustentar la vida submarina.
El oxígeno es necesario para la vida submarina y, en particular, para los peces que nos alimentan.
Además de subrayar la urgente necesidad de limitar drásticamente las emisiones de CO2 y la contaminación por nutrientes para contrarrestar la desoxigenación, Lhyfe, Flexens y la Universidad de Estocolmo destacan la importancia de explorar, paralelamente, la posibilidad de restaurarlo. Entre las posibles soluciones, se estudia ahora la reinyección de oxígeno en estas regiones de mar desoxigenadas.
Este proyecto, cuyo objetivo es reoxigenar los océanos produciendo hidrógeno en el mar, es ambicioso: aprovechar los futuros emplazamientos de producción de hidrógeno en alta mar construidos por Lhyfe junto con los parques eólicos marinos para prestar un servicio al medio ambiente. Lhyfe está construyendo emplazamientos tanto en tierra como en el mar (por ejemplo, el proyecto HOPE, previsto para 2026). Cuando se produce hidrógeno por electrólisis del agua, la molécula de agua se divide en hidrógeno y oxígeno. El fabricante propone poner este oxígeno a disposición del océano.
Es mucho lo que está en juego: los trabajos de reoxigenación deben llevarse a cabo con una metodología escrupulosamente estratégica y científica y durante un largo periodo de tiempo, a riesgo de desestabilizar aún más los ecosistemas, razón por la cual el proyecto BOxHy ha sido realizado por un consorcio procedente de la industria y la ciencia de forma colaborativa.
El informe publicado por Flexens, Lhyfe y la Universidad de Estocolmo detalla los resultados del proyecto BOxHy, que consistía en evaluar la viabilidad de inyectar oxígeno para combatir la hipoxia y la anoxia en el Mar Báltico, evaluar los lugares costeros adecuados para poner en marcha el proyecto piloto a pequeña escala y definir en qué cantidades, a qué profundidad, cómo proceder, etc.
Gracias a un estudio detallado, se estudiaron 19 emplazamientos costeros del Mar Báltico y se identificaron 3 como potencialmente adecuados para un proyecto piloto de inyección de oxígeno puro. Para seleccionar estos lugares se tuvieron en cuenta una decena de criterios: la presencia de anoxia, un programa de observación preexistente, la posibilidad de instalar la infraestructura piloto, una batimetría de alta resolución existente (medición de las profundidades marinas), la evaluación de la situación socioeconómica local, la normativa aplicable, la presencia humana, la accesibilidad del lugar, etc.
Se prevé que este proyecto piloto dure unos 6 años, de modo que puedan tomarse previamente medidas de referencia, inyectar oxígeno durante al menos 3 años y observar la zona durante otro año una vez finalizado el experimento. El proyecto costará entre 5 y 6 millones de euros.
Dentro de unos meses, Lhyfe dará a conocer los detalles de la siguiente fase, el piloto de inyección de oxígeno puro, conocido como BOxIn (Baltic Sea Pilot for Pure Oxygen Injection). La ubicación definitiva, el tamaño y la duración del proyecto dependerán en parte de la financiación obtenida.
Este proyecto también ha permitido explorar la fase industrial de la reoxigenación. Con la incipiente producción de energía eólica marina y la creciente demanda de hidrógeno renovable, se consideró viable el desarrollo de centros de producción en alta mar para la coproducción de hidrógeno y oxígeno.
En 2023 y 2024, los socios observaron un creciente reconocimiento de la reoxigenación artificial como una de las posibles vías adicionales para mediar en la desoxigenación de los océanos una vez instaladas las medidas para limitar las emisiones de CO2 y la lixiviación de nutrientes.
En marzo de 2024, el proyecto BOxHy fue respaldado hasta octubre de 2024 por las Naciones Unidas como parte de la Década del Océano, validando su importancia y alineación con los objetivos de la ONU para la gestión sostenible de los océanos. En este marco, el experto en reoxigenación de Lhyfe fue invitado a la UNESCO en septiembre de 2024 para participar en un taller dirigido por los copresidentes de la Red Mundial de Oxígeno Oceánico (GO2NE). Los participantes debatieron sobre la viabilidad teórica y las posibles repercusiones medioambientales de la reoxigenación artificial de los océanos con el fin de prevenir o invertir su desoxigenación. Los participantes elaborarán un proyecto de recomendaciones para orientar la planificación y regulación de la investigación y el despliegue sostenibles de la reoxigenación, incluidos estudios piloto.
Además, como parte de su trabajo en curso sobre la reoxigenación, Lhyfe está ahora en contacto con varios líderes de proyectos industriales y científicos que trabajan en el mismo tema en todo el mundo, con el fin de comparar los resultados de sus trabajos de I+D, con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre el tema y conectar aún más la industria y la investigación.
Por último, en 2023 y 2024, se han anunciado en Europa al menos otros 3 proyectos de reoxigenación en el medio marino, lo que demuestra la convergencia hacia una respuesta cada vez más explorada y percibida como pertinente, y permite intercambiar con jefes de proyecto complementarios que cuentan con antecedentes industriales, científicos y políticos.