La instalación y puesta en marcha de un compresor dentro de una red de aire comprimido requiere de un procedimiento que permita realizar una serie de verificaciones básicas antes de su puesta en servicio.
A continuación se detallan 10 consejos básicos a tener en cuenta antes de esa puesta en marcha. Una vez pulsado el botón de arranque del compresor, hay que asegurarse de que está perfectamente instalado y programado para evitar problemas que podrían ser muy graves y costosos; siguiendo estos 10 consejos se minimizan estos riesgos.
Puede parecer un consejo evidente, pero es muy habitual en equipos de tecnología muy simple, proceder con el arranque sin analizar las condiciones de uso marcadas por el fabricante. Asimismo, hay que verificar si el fabricante autoriza a que la puesta en marcha pueda ser realizada por personal de fuera de su organización. El no cumplimiento de estos requisitos puede suponer la pérdida de la garantía.
Existen diferentes tipos de compresores y cada uno de ellos dispone de una tecnología que puede condicionar las características del emplazamiento. La mayoría de los compresores no se puede instalar a la intemperie, debe de estar prevista una protección contra los agentes atmosféricos.
Es un aspecto muy importante en compresores refrigerados por aire, pero también en los refrigerados por agua. Los compresores generan una cantidad de calor que debe ser extraída por su sistema de ventilación. El calor tiene que ser evacuado de la sala de compresores al exterior mediante conductos o ventilación adicional. Si el compresor está instalado en el exterior, se debe verificar que ningún elemento entorpezca la ventilación. Nuevamente, en el manual del fabricante se indicarán las condiciones de ventilación necesarias. Los equipos refrigerados por agua también requieren de condiciones especiales y sobre todo de una calidad del agua acorde con la especificación del fabricante.
Revisar el plano de instalación o el manual del equipo. En esos documentos el fabricante deberá indicar las distancias mínimas a paredes y techo. Estas distancias están marcadas por las necesidades de mantenimiento del equipo, es decir, el espacio que será requerido por los técnicos para mantener o reparar el compresor. Un detalle importante es el de los accesos a la sala de compresores. Habitualmente, el mantenimiento y reparación se realiza en la propia sala, pero pueden surgir averías graves que requieran enviar la unidad compresora, el motor principal o incluso el propio compresor a un taller de reparación. Los accesos al lugar de instalación del equipo deberán tener el tamaño adecuado para poder sacarlo sin dificultades si fuera necesario.
Verificar que todas las conexiones neumáticas, válvulas, manguitos, etc, están bien apretadas para evitar accidentes. Es conveniente hacer una revisión del apriete de todos esos accesorios después de que el compresor esté funcionando un tiempo prudencial.
Al igual que en el punto anterior, todos los cables de alimentación eléctrica y/o comunicación deberán estar perfectamente conectados en sus borneros y con el apriete correcto. Verificar que la sección de cables de alimentación es la correcta para la potencia del compresor que se está arrancando, y que se dispone de un cuadro de distribución con las protecciones magnetotérmicas y diferenciales adecuadas.
Para llevar a cabo este proceso es necesario poner en tensión el compresor. En este punto se requiere nuevamente de la lectura del manual porque es necesario conocer cómo proceder para introducir los valores de funcionamiento del equipo. Cada fabricante tiene sus propios sistemas de control y aunque los datos sean similares, la forma de introducirlos no lo es. Los valores mínimos que suelen ser requeridos son:
Es el momento clave en el que se procede con el arranque del compresor. Nuevamente habrá que verificar el manual donde se explicará cómo proceder, pero como mínimo se deberían considerar los siguientes aspectos:
Con el arranque del compresor no se termina la puesta en marcha. Las primeras horas de funcionamiento del equipo son vitales. Es conveniente verificar que se ajusta a las especificaciones del fabricante y a los valores de control contratados:
Se incluye esta recomendación por la importancia que tiene. De nada sirve hacer un procedimiento de puesta en marcha perfecto sin tener en cuenta el mantenimiento del compresor. Mantener el compresor correctamente, usando repuestos y lubricantes originales o de marcas garantizadas, es la mejor receta para evitar problemas y ahorrar mucho dinero. No hay que olvidar que el mayor coste de explotación no está en el mantenimiento del compresor, ni en su valor de compra, ni incluso en el coste energético, el mayor coste de explotación se produce al tener la producción parada por una avería en el compresor principal.
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