EMAF, el mayor evento orientado a la industria portuguesa, se celebró en Exponor, entre el 1 y el 4 de diciembre, con el objetivo de renovar la internacionalización de las tecnologías en la innovación industrial y el conocimiento técnico especializado. Con una superficie expositiva de 35.000 m2, el certamen contó con la asistencia de 390 expositores y 19.591 visitantes de países de Europa, África, Asia y América Latina, para mostrar las mejores prácticas de la industria 4.0, robótica y mucho más.
Desde brazos robóticos de alta precisión para procesos detallados, hasta robots colaborativos que mejoran la cooperación entre humanos y máquinas, pasando por sistemas de transporte inteligentes y software para configurar procesos industriales, se pudieron ver en EMAF.
Ejemplo de ello fue Bresimar Automação, empresa nacional con sede en Aveiro, que ofrece soluciones de ingeniería para la industria y la automatización industrial, que mostró soluciones de robótica colaborativa. Asimismo, presentó soluciones de robótica autónoma, a través de AMRs e incluso visión artificial.
Otro ejemplo es ESI, uno de los pioneros en EMAF en presentar soluciones de Industria 4.0. La compañía presentó un concepto de fábrica virtual, que permite monitorear la producción, la cantidad de piezas por minuto que se están liberando, la existencia de componentes rechazados o las temperaturas en puntos de la fábrica. En cuanto al software, mostraron una solución para la programación offline de robots que no obliga a detener la producción para poder configurarlos. Además, existe otra solución que permite la producción de estructuras, sistemas electromecánicos y otros, a través de montajes online, lo que permite extraer un listado de piezas y su respectivo precio, así como los componentes desmontados que se pueden combinar.
Fernando Ferro, empresa metalmecánica de precisión especializada en automatización, diseño mecánico y robótica a la medida del cliente, destacó en EMAF la robótica, que reconocen como el epicentro de la transformación actual de la industria, desde la robótica colaborativa, a los AMR, a la movilidad y la robótica industrial de forma integrada. Asimismo, destacaron la ingeniería y la adaptación de la tecnología a las necesidades de las industrias, buscando simplificar los procesos y el trabajo hombre-máquina y no como un reemplazo del aspecto humano en detrimento de la tecnología.
Entre los 390 expositores, 21 empresas portuguesas mostraron el mejor saber hacer nacional: Adira, A Eléctrica, AMOB, Balanças Marques, Carlos Moreira Gonçalves, CEI, Coniex, Cubotonic, Electroportugal, EMIR, F. Ramada, Forjaço, J. Matos, Motofil, Portlaser, RICO, Rubete, Safa, Sew Eurodrive, Sucorema y Wegeuro.
En el marco de EMAF, se celebró la X edición del Concurso de Innovación, en alianza con Revista Robótica, con el objetivo de otorgar varios premios que refuercen sus ejes de I + D + i e Innovación, respondiendo a su propósito de contribuir a dar a conocer los avances más destacados en la industria.
El premio “Leonardo Da Vinci” destacó a D-PICO, de la empresa Unmanned Tools, como ganador y otorgó una mención de honor a MindCUT DIVA, de Mind Software Multimédia e Industrial. El premio “Nicola Tesla” reconoció el ECOBOT 50 de la empresa Iberoeste, Lda., con una mención al sistema de intercambio de herramientas Smartshift de Compind.
La feria también formó parte del Congreso de la Asociación de Industrias Metalúrgicas, Metalúrgicas y Afines de Portugal (AIMMAP), bajo el título “Inteligencia Artificial (IA): Aplicaciones, Implicaciones y Especulaciones”, que reunió a más de 90 personas.
Entre las conclusiones, destaca la dependencia de las empresas y otros agentes económicos de una mayor eficiencia y eficacia en la adopción de este tipo de tecnologías, que representarán el factor más determinante de competitividad en las próximas décadas. Sin embargo, el poder de la Inteligencia Artificial trae consigo varios retos sociales, éticos y regulatorios, que han sido objeto de recientes iniciativas de la Comisión Europea, entre ellas la Ley de Inteligencia Artificial, que se encuentra en discusión pública y cuya aprobación implicará cambios en la forma en que lo desarrollamos.
En un futuro aún lejano, se podría incluso desarrollar la Inteligencia Artificial General, permitiendo la creación de mentes digitales, sistemas que exhibirán un comportamiento tan inteligente, flexible y poderoso como la mente humana. Estas mentes digitales reproducirán en las computadoras el comportamiento inteligente de los seres humanos, ya sea a través de la emulación cerebral directa o mediante enfoques sintéticos.