Seguramente, los lectores que siguen habitualmente nuestros artículos técnicos recordarán el de la Historia del Compresor, donde hablábamos de Ctesibio (285 - 222 a.C.), inventor y matemático griego considerado el padre de la neumática, que aplicó el aire comprimido para el funcionamiento de un órgano de música o a Herón de Alejandría (20 - 62 d.C.), ingeniero y matemático que, entre otros inventos, aplicó la neumática para la apertura automática de las puertas de un templo.
El aire comprimido es la base del funcionamiento de ambos inventos, que en aquella época, debieron resultar maravillosos o incluso mágicos. Pero la imaginación del ser humano no descansa y en la actualidad, con un nivel de conocimiento infinitamente superior, los ingenieros han utilizado el aire comprimido para multitud de aplicaciones, tan curiosas o más que las de nuestros antepasados.
En este artículo analizaremos una aplicación muy interesante del aire comprimido en la producción de energía eléctrica, el sistema CAES.
La producción de energía es sin duda uno de los principales problemas a los que se enfrentan actualmente los gobiernos de los diferentes países del mundo. El gran reto es producirla en grandes cantidades, con bajos costes y con el menor impacto ambiental posible. Basándose en esta necesidad, diferentes empresas han desarrollado procesos que permiten obtener energía eléctrica con la acumulación de aire comprimido.
La idea consiste en producir y almacenar aire comprimido durante las horas de bajo coste o con el sobrante de energía, para usarlo después en la producción de energía eléctrica durante los periodos de demanda punta. Esta tecnología no se puede considerar novedosa, porque lleva más de 20 años en uso. La primera planta, con una capacidad de 290MW, fue construida en Huntorf, Alemania, en el año 1978. La segunda planta se construyó en Alabama, USA, en el año 1991, con una capacidad de 110MW.
Esta aplicación, denominada CAES (por su descripción en inglés Compressed Air Energy Storage), requiere de grandes compresores y una instalación adecuada que permita almacenar el aire producido y recuperarlo después para alimentar la turbina de generación eléctrica.
En el esquema anterior se muestra un desarrollo básico del sistema CAES. Las partes principales del proceso y que debe incluir el sistema son:
En la práctica, el desarrollo de una planta de este tipo es algo más complicado de lo que se indica en el esquema, debido a que para maximizar su rendimiento se tienen que resolver dos problemas básicos: dónde acumular grandes cantidades de aire comprimido y cómo recuperar el calor de compresión. Cada empresa ha basado su diseño en diferentes tecnologías que mantienen su principio básico, pero que difieren en su forma de aplicarlo.
La compañía Hydrostor desarrolló una planta de producción de energía eléctrica, basada en la acumulación de aire comprimido en grandes globos submarinos. En este tipo de plantas, se comprime aire a través de un acumulador de calor en el interior de globos submarinos. El aire desplaza el agua de los depósitos y se mantiene en esta posición hasta que se necesita electricidad.
Cuando se requiere que la planta comience a producir energía eléctrica, el proceso se invierte. El sistema permite que el peso del agua empuje el aire de nuevo a la superficie bajo presión. En la superficie, el calor almacenado se añade de nuevo en la corriente de aire. El aire caliente entra en una turbina de expansión, que acciona el generador que producirá energía eléctrica, devolviendo así a la red, la que se había acumulado en forma de aire comprimido.
Con esta misma idea Hydrostor ha presentado un diseño de planta en la que acumula aire comprimido en el interior de una caverna inundada. Cuando tiene que invertir el proceso para producir energía eléctrica usa directamente la contrapresión que ejerce el agua, que había sido desplazada por el aire comprimido y acumulada en una piscina superficial, para presurizar el aire acumulado en la caverna sobre el accionamiento del generador eléctrico.
A este diseño se le denomina A-CAES:
Otra forma de realizar este proceso es la propuesta por la empresa Dresser-Rand.
En su diseño varía el método de acumulación de aire, utilizando una caverna subterránea a modo de gran depósito.
La ubicación de estas cavernas no es sencilla. Se necesita un estudio geológico que permita determinar si es adecuada al proceso, es decir, si dispone del tamaño y profundidad suficiente, así como de una estructura que evite la fugacidad. También se pueden fabricar cavernas artificiales en domos salinos. Estas cavernas requieren de un proceso de formación que puede parecer más complicado, pero a la larga son más eficientes debido a que admiten frecuentes ciclos de producción o extracción, gracias a que las características de la sal reducen el riesgo de fugacidad.
El sistema de Dresser-Rand utiliza tres etapas de compresión para llegar a presiones de aire de aproximadamente 200 bar.
Otro de los problemas en el desarrollo de este sistema es la recuperación del calor de compresión. Al utilizar el aire comprimido en la fase de producción, es necesario calentarlo y por esa razón, algunos de estos procesos utilizan gas natural para hacer este trabajo. El uso de un combustible adicional perjudica la eficiencia de la planta y aumenta su impacto medioambiental, pero a pesar de ello, algunos expertos indican que el costo de la energía producida sigue siendo inferior al de una planta de ciclo combinado. Desde este punto de vista, se podría hablar de tres tipos de procesos:
El sistema CAES está en constante innovación, debido a que compite con otros sistemas de acumulación de energía. Evidentemente, tiene ventajas y desventajas frente a otros sistemas.
El sistema CAES para el proceso de acumulación de energía eléctrica tiene un futuro muy prometedor, aunque es muy dependiente de las decisiones de los gobiernos en términos de inversión o de reducción de la producción de gases de efecto invernadero. Todavía es una tecnología poco madura y en algunos casos en fase experimental, pero la constante reducción en los costes de construcción y explotación está logrando que empiece a ser muy competitiva frente a otras grandes infraestructuras como las centrales hidráulicas de bombeo.
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