Emerson ha presentado dos nuevos detectores de gas de camino abierto para aumentar la seguridad y reducir el tiempo de inactividad al ofrecer confiabilidad de desempeño en zonas amplias, en ambientes extremos y un proceso de instalación y comisionamiento más fácil y rápido. Los ambientes extremos incluyen tanto las condiciones de fuertes vibraciones como las temperaturas de funcionamiento que van desde los -55 °C (-67 °F) hasta los 65 °C (149 °F) que se encuentran habitualmente en las operaciones de petróleo y gas, refinería, productos químicos, minería y sistemas de refrigeración a gran escala.
El Rosemount™ 935 (detector de gas combustible de camino abierto) utiliza tecnología infrarroja para detectar una amplia gama de gases de hidrocarburos altamente combustibles incluyendo, metano, propano y etileno. Según las últimas estadísticas del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo de CDC, sólo en el sector del petróleo y el gas, el 22 % de todas las víctimas mortales se deben a explosiones (combustión o incendio) y a la exposición a gases peligrosos.
El Rosemount™ 936 (detector de gas tóxico de camino abierto) utiliza tecnología ultravioleta para detectar sulfuro de hidrógeno y amoníaco, dos de los gases tóxicos más comunes en las instalaciones industriales. La Administración de Seguridad y Salud Laboral de los Estados Unidos considera que el sulfuro de hidrógeno es inmediatamente peligroso para la vida y la salud a 100 ppm. El amoníaco irrita la piel, los ojos, la nariz y las vías respiratorias a 130 ppm. Ambos gases son mortales tras la exposición a ciertos niveles.
Aprovechando la tecnología flash de xenon, el Rosemount 936 permite una mayor flexibilidad de instalación frente a la tecnología Tunable Diode Laser (TDL) que necesita una alineación perfecta entre el rayo y el receptor para obtener una alta confiabilidad. Con casi el doble de tolerancia a la desalineación que el TDL, los usuarios pueden ahorrar hasta un 30 % del tiempo de instalación y agilizar los plazos de los proyectos.
La tecnología de detección de camino abierto utiliza una fuente y un detector. La fuente envía un rayo de luz modulado por el espacio vigilado y el detector reconoce la cantidad de luz absorbida por la presencia de gas. Este enfoque proporciona un alto grado de cobertura en zonas amplias de hasta 200 metros de longitud con una medida precisa, incluso si la nube de gas tóxico o combustible se desplaza en cualquier punto entre los dispositivos o cuando el 95 % del rayo de luz está oscurecido por la niebla, la lluvia o el smog. El sistema también alertará si el camino está completamente bloqueado por un obstáculo físico.
Los Rosemount 935 y 936 pueden utilizarse en combinación con todo el portafolio de productos de detección de llamas y gases de Emerson como parte de un sistema de seguridad integral para garantizar una detección rápida y positiva.