Repsol ha completado con éxito la fabricación del primer lote de biocombustible para aviación del mercado español. Con este hito, la compañía avanza en la producción de combustibles con baja huella de carbono para sectores como el aeronáutico, donde alternativas como la electrificación no son viables en estos momentos.
Repsol ha llevado a cabo la producción de este biojet en su Complejo Industrial de Puertollano (Ciudad Real) y continuará fabricándolo en sus otros complejos industriales en España. Y posteriormente, con iniciativas en las que se utilicen biocombustibles a partir de residuos.
El primer lote, fabricado a partir de biomasa, consta de 7.000 toneladas de combustible de aviación −el equivalente al consumo de 100 vuelos Madrid-Los Ángeles− y ha superado las exigentes pruebas que requieren estos productos. Cuenta con un contenido bio inferior al 5% para cumplir con los requisitos de calidad establecidos por las especificaciones internacionales y su uso evitará la emisión de 440 toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a 40 vuelos Madrid-Barcelona.
En España, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima reconoce que los biocarburantes constituyen la tecnología renovable más ampliamente disponible y utilizada en la actualidad en el transporte. Para el ámbito de la aviación, el biojet, obtenido a partir de biomasa o residuos, es hoy en día la única alternativa y está considerado un combustible sostenible.