El Internet de las cosas (IoT) cambia drásticamente la forma en que las empresas y las máquinas operan e interactúan entre sí. El IoT utiliza objetos con sensores y capacidades de comunicación integrados que proporcionan beneficios a los consumidores.
El Internet Industrial de las cosas (IIoT) también utiliza objetos con sensores y capacidades de comunicación integrados pero a escala industrial, para mantener la infraestructura de la empresa funcionando sin problemas. IIoT brinda muchos beneficios, que incluyen: mejoras en la eficiencia operativa, seguridad, monitoreo y control de la productividad, confiabilidad, diagnóstico de rendimiento, cumplimiento normativo… (Video de Accenture en inglés)
El gran valor del IIoT son los datos y el conocimiento e ideas que, tanto los usuarios como los fabricantes, pueden obtener de los mismos. Esto les permite encontrar oportunidades de crecimiento y aumentar los ingresos utilizando nuevos modelos de negocio.
Los dos principales desafíos asociados con IIoT son los protocolos de comunicación y la seguridad y privacidad en la red. Para ser últiles, los activos de IIoT deben poder comunicarse entre sí y tomar medidas de forma autónoma, pero es muy importante controlar la seguridad y privacidad en la red, pues el impacto en la economía de un país puede ser devastador si, por ejemplo, las redes de energía o las cadenas de suministro se ven comprometidas.
El IIoT está remodelando el panorama industrial y marcando el comienzo de la próxima era de innovaciones industriales. Al aplicar inteligencia empresarial y análisis empresarial a la avalancha de datos generados, se puede obtener información sobre las operaciones, permitiendo el acceso a nuevos mercados, mejorando las ventajas competitivas y creando valor para los stakeholders.