Noticias relacionadas | |
En constante evolución para satisfacer las demandas de los consumidores y las regulaciones de las autoridades de diferentes países, la industria de alimentos y bebidas necesita ofrecer productos cada vez más sustentables y seguros, al tiempo que defiende su rentabilidad con operaciones eficientes. De este modo, se vuelve cada vez más competitiva y ese reto sólo puede superarse con una evolución tecnológica desarrollada en conjunto con los socios estratégicos del negocio.
Uno de los puntos a contemplar para abordar estos desafíos es el lubricante. Lubricantes MobilTM expone algunos puntos a ser considerados por los responsables de los equipos.
Es fundamental que los lubricantes utilizados mantengan su buen desempeño a pesar de las adversidades que surgen diariamente en los procesos productivos, que no pueden detenerse. No obstante, a menudo se observan situaciones como: compresores de refrigeración con un consumo excesivo de electricidad no detectado y asumido como "normal"; bombas de vacío con un desgaste superior al esperado y no descubierto; ventiladores y extractores de aire sin la lubricación adecuada; desprendimiento de lubricante en cadenas, que provocan la contaminación de alimentos; entre otros.
Muchas fábricas desconocen la existencia o el alcance de regulaciones con respecto al uso de lubricantes de grado alimenticio y, por lo tanto, utilizan lubricantes ordinarios que no son apropiados ni seguros para garantizar la inocuidad de los alimentos del proceso.
En esta línea, existe una serie de regulaciones internacionales para garantizar la calidad y la inocuidad de los productos para los consumidores. Uno de ellos es la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), que regula las sustancias añadidas a los alimentos o que entran en contacto con ellos; y el otro, la NSF (National Science Foundation), que vela por que los alimentos y bebidas se adapten a los requisitos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El registro NSF H1 califica a los lubricantes que son aptos para contacto con alimentos en caso de fugas, salpicaduras o fallas en el equipo. Mobil™ ofrece líneas de lubricantes que cumplen con los requisitos más estrictos de las regulaciones internacionales.
Los lubricantes de alta calidad complementados con el asesoramiento de expertos garantizan varias ventajas: como la reducción del consumo eléctrico; el control de la contaminación (garantizando la inocuidad alimentaria); la reducción de la necesidad de rellenar lubricantes; evitar las interrupciones y garantizar la confiabilidad operativa; la reducción de desgaste de los equipos y de los costos de mantenimiento, etc.
En una instalación de refrigeración típica, el compresor de refrigeración consume entre el 30 % y el 40 % de la energía eléctrica. Si su lubricante no es el más adecuado y se degrada rápidamente (volviéndose más viscoso), el consumo de energía aumentará drásticamente. Los lubricantes sintéticos modernos aportan una nueva perspectiva, ya que su ordenamiento molecular les permite fluir con mayor facilidad y menor rozamiento, disminuyendo enormemente el consumo de energía del equipo que lubrican. De esta manera, con la incorporación de un lubricante adecuado, se puede ahorrar del 6 % al 10 % del consumo actual de cada equipo.
En cada equipo: