La industria se encuentra en uno de los momentos más críticos e importantes de su historia. Las coyunturas económicas, sociales y climáticas actuales, están forzando a todo el sector industrial a buscar métodos y maneras que le permitan lograr un imposible: hacer más con menos.
A diferencia de lo que ha pasado a lo largo de los últimos siglos, donde la única exigencia que la industria tenía por parte de la sociedad era que diseñase, fabricase y desarrollase productos de manera más rápida y económica; en la actualidad, los consumidores añaden a estas nuevas condiciones: los productos además han de ser sostenibles.
En otras palabras, la sociedad está demandando a la industria por un lado que no cese en su nivel de innovación y producción, mientras por el otro le exige que reduzca su consumo energético y emisiones contaminantes. Todo ello, además, en un contexto en el que las empresas industriales han pasado de competir en mercados locales a uno global, donde sus rivales ya no son nacionales, sino que pueden estar en cualquier lugar del mundo.
Por todo ello, las principales tendencias que están guiando la transformación de la industria en esta Cuarta Revolución Industrial, son la automatización y la digitalización. Juntas, e implementadas de una manera holística en la empresa, desde la metodología de funcionamiento interno al control de los procesos en el centro productivo, conforman lo que se conoce como Industria 4.0.
Industria 4.0, en busca de más ventajas competitivas
La industria 4.0 hace referencia a la cuarta Revolución Industrial, donde se implica la modernización de los centros productivos incorporando la automatización y el control de todos sus procesos a partir de la información y toma de decisiones adaptadas a cada necesidad de fabricación.
La clave de este proceso está en el acceso y tratamiento de datos, particularmente en el marco de las tecnologías de manufactura y desarrollo. Principalmente incluye los sistemas de ciberseguridad, el IoT (Internet de las cosas en la industria) y acceso permanente de la computación en la nube.
Con ello se diseñan fabricas inteligentes y más eficientes, que contral y adaptan todos sus procesos físicos y mecánicos, con la toma de decisiones constante y fiable en un proceso descentralizado. El IoT nos aporta un flujo constante de información que se intercomunica con los equipos de forma autónoma para dar la mejor repuesta productiva en términos de calidad, eficiencia y rapidez, factores clave para una producción competitiva.
La implementación de estos procesos 4.0 en la industria los podemos resumir en:
Su puesta en marcha puede y debe ser realizada de forma gradual, para ir adaptándola a cada uno de los procesos productivos.
Factores que redundan en una información fiable y contante, que se traduce en una mayor competitividad de las empresas y la estimación de un aumento de la productividad cercano al 40 % y la una reducción de los costes de entre el 25 y el 50%.
Automatizar para lograr una mayor eficiencia energética
La actual crisis energética en la que estamos sumergidos ha hecho que la factura eléctrica se haya convertido en uno de los principales, si no el principal, gasto para muchas empresas industriales. Y la única manera de reducir este sin que la producción se vea afectada, es consiguiendo aumentar la eficiencia energética de los centros productivos.
Optimizar sus procesos de fabricación es la meta última de cualquier empresa que quiera sobrevivir no solo a la actual crisis, sino a unas décadas que estarán protagonizadas por el agotamiento de los combustibles fósiles y, por ende, la obligada transición energética.
Por suerte, la digitalización y la automatización están ofreciendo nuevas soluciones y productos casi a diario que permitirán a la industria lograr la optimización máxima de sus procesos productivos. Gracias a los sistemas de control de costos más bajos y los avances en el software, E / S, Ethernet y la infraestructura, los ingenieros pueden utilizar mejor control de automatización industrial, aumentando la flexibilidad de la producción y reduciendo el gasto energético y final de cualquier planta de fabricación.
Automatización, el principal aliado a la hora de reducir costes industriales
Algo que viene avalado por cifras como las mostradas en el último estudio realizado por Deloitte, donde se asegura que más del 90% de las organizaciones que han implementado programas con robots, han superado sus expectativas en lo que a productividad, costos y mejora de ejecución en los procesos se refiere, solo hacen que demostrar hacia dónde se dirige el futuro de la industria.
Y es que la digitalización industrial permite, mediante la implementación de sensores a lo largo de todo el proceso productivo, analizar cada uno de estos en búsqueda de aquellas áreas más susceptibles de ser optimizadas.
Esto, unido a la automatización, permitirá una producción más rápida, con menos errores, menos costes de mantenimiento, un alargamiento de la vida útil de cualquier máquina o herramienta y, no por último menos importante, un aumento de la seguridad.
Beneficios que llevan años siendo aprovechados por diferentes industrias, entre las que destacan la automotriz, la manufacturera, salud, agricultura y la de los alimentos. Industrias en las que actualmente, robots colaboran con los trabajadores para la realización de tareas repetitivas, garantizando precisión, fiabilidad, calidad constante y disminución de tiempo en la producción.
EIG, el mejor socio para llevar a cabo un proceso de automatización industrial Por todo ello, la automatización ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una realidad. En la actualidad la automatización industrial se encuentra presente en casi cualquier organización, informes como el de la firma Robocorp, señalan que hasta un 67 % de los departamentos de TI realizó algún tipo de inversión en soluciones RPA, mientras que un 81 % ya tienen previsto realizar alguna inversión en soluciones de automatismo industrial.
Inversiones en las que quizás el paso más importante es encontrar un socio cuya experiencia en la realización de este tipo de proyectos avalen que estos se van a llevar a cabo de una manera personalizada.
EIG, empresa de diseño, fabricación, montaje y mantenimiento de instalaciones eléctricas tanto en baja como media tensión, además de su automatización y control, elabora proyectos integrales de automatización industrial para cualquier sector, con un estrecho seguimiento de principio a fin.
Su equipo de ingeniería, con años de experiencia, será el responsable de toda la legalización, desde los permisos a las certificaciones. Entendiendo que no hay dos proyectos iguales y que cada empresa tiene unas necesidades y características únicas.