Para una instalación industrial, la digitalización suele considerarse desde el punto de vista de la conectividad, la informática, las redes y los protocolos.
Pero para generar una rentabilidad real de la digitalización, hay que partir de lo más básico: la propia aplicación industrial; sus características, su funcionamiento, sus limitaciones y sus problemas, que en la mayoría de los casos están asociados a los parámetros controlados mediante instrumentos de medición.
WIKA asume este reto con su nueva oferta global de monitorización IIoT.
Con 70 años de experiencia en instrumentación industrial, especialmente en la medición de presión, temperatura y nivel, WIKA tiene una gran experiencia en aplicaciones y, por lo tanto, una capacidad real para implementar una estrategia de digitalización eficiente en coordinación con el operador.
Por ejemplo, en el caso de los tanques de almacenamiento de fluidos tan diversos como los carburantes, los productos alimenticios líquidos y el gas, que se almacenan en múltiples emplazamientos repartidos por un territorio y cuyo llenado debe controlarse y renovarse, WIKA ofrece una monitorización que permite al operador trabajar de forma muy concreta en la reducción de los costes y aumentar así la rentabilidad: optimizando la logística de las rutas en función del análisis anticipado de las necesidades de llenado.
La piedra angular del sistema sigue siendo la instrumentación, a través de la información que proporciona sobre el estado y el comportamiento de la aplicación.
Los instrumentos inalámbricos son la solución más ventajosa: son autosuficientes en cuanto a energía y comunicación, extremadamente flexibles y sencillos de instalar y baratos en comparación con la instalación de instrumentos con cable.
WIKA está introduciendo gradualmente en el mercado una gama de instrumentos y/o módulos de medición conectados. Un ejemplo es el PGW23, un manómetro de proceso conectado que se comunica mediante el protocolo LoRaWAN. Además de la transmisión inalámbrica de los valores de la presión, también transmite los valores de la temperatura ambiente y gestiona umbrales de alarma remotos libremente ajustables, todo ello con una duración de la batería de más de 5 años.
Además de la instrumentación, WIKA se está posicionando como un proveedor global para proporcionar al operador la información necesaria para optimizar su proceso: esto implica la conectividad, el almacenamiento de datos en la nube, su explotación y, finalmente, la provisión de herramientas de consulta y diagramas de toma de decisiones en forma de plataforma de visualización a la que se pueden añadir algoritmos y, por qué no, inteligencia artificial.
En cuanto a la cuestión de un protocolo de referencia, WIKA confía plenamente en la tecnología mioty, que parece poder convertirse en un elemento imprescindible para la digitalización de la instrumentación, sobre todo por su eficacia a la hora de conectar un gran número de instrumentos en un mismo lugar.