Iberdrola ha inaugurado esta mañana el parque eólico marino Wikinger, una de las instalaciones renovables más emblemáticas de la compañía en el mundo, con una inversión de 1.400 millones de euros. En el acto también han participado la empresa 50 Hertz y autoridades del estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.
Wikinger ya suministra 350 megavatios (MW) de capacidad a la red eléctrica alemana y aporta energía renovable y de alta eficiencia a 350.000 hogares -lo que equivale al 20% de la demanda de energía del estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, donde se ubica este parque-. Este flujo de energía renovable tendrá un destacado impacto positivo sobre el medio ambiente, al evitar la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año.
Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, ha celebrado la puesta en marcha de este emblema de Iberdrola: “Wikinger representa un paso más en nuestro compromiso con el suministro de electricidad limpia, eficiente y segura. Seguiremos impulsando con fuerza la tecnología eólica offshore, que nos permite avanzar en la transición energética hacia una economía sostenible y baja en carbono”. Además, ha señalado que “este parque es un claro ejemplo de tecnología puntera y demuestra el gran potencial industrial e innovador del sector energético europeo para liderar la reindustrialización en nuestro continente”.
El proyecto Wikinger marca la entrada de Iberdrola en el mercado eléctrico alemán, país en el que se acaba de adjudicar la construcción de otros dos parques eólicos marinos: Baltic Eagle (476 MW) y Wikinger Süd (10 MW).
De esta manera, Alemania pasa a convertirse en un área clave para el grupo Iberdrola en los próximos años, junto a sus mercados centrales: Estados Unidos, Reino Unido, México, Brasil y España.
Wikinger es la primera instalación eólica marina diseñada y operada cien por cien por una empresa española y ha supuesto la consolidación de Iberdrola como la compañía referente del sector de las energías renovables en Europa, capaz de desarrollar proyectos en mercados tan competitivos como el alemán y de cumplir los exigentes plazos que suelen fijar las autoridades germanas. Además, ha servido para impulsar la generación de empleo y la actividad de empresas españolas proveedoras, como Navantia y Windar.
Este proyecto ha llegado a buen puerto gracias al equipo multidisciplinar y multinacional implantado por Iberdrola y a su red de proveedores y contratistas internacionales de primer nivel. Más de 2.000 empleados, de 20 países distintos, han participado en este hito. Para ello, ha tenido que superar los retos tecnológicos propios de este tipo de obras y las dificultades derivadas de las condiciones meteorológicas extremas del mar Báltico.
Ubicado frente a la costa noreste de la isla alemana de Rügen, Wikinger sintetiza los principales ejes de la estrategia de Iberdrola: fuerte apuesta inversora por el desarrollo de las energías renovables; compromiso con la reducción de emisiones; innovación tecnológica; crecimiento internacional; apertura de nuevos negocios y mercados a sus proveedores y un importante efecto tractor, que ha impulsado el sector naval europeo.
El proyecto ha supuesto la instalación de 280 pilotes, de 40 metros de longitud, 2,5 metros de diámetro y un peso unitario de 150 toneladas, todo ello construido por la empresa española Windar (Asturias). Sobre ellos se han colocado 70 cimentaciones, de 620 toneladas de peso cada una, fabricadas por la empresa danesa Bladt y la española Navantia, en su astillero de Fene (Galicia).
Las turbinas, fabricadas por Siemens Gamesa en sus plantas de Bremerhaven y Stade (Alemania), tienen 5 MW de potencia unitaria y son del modelo AD 5-135. Se trata de los aerogeneradores de mayor potencia y dimensiones que Iberdrola ha instalado en su historia. Con una altura total de 165 metros, están formados por una nacelle de 222 toneladas de peso, un rotor de 135 metros de diámetro, cuyas palas tienen 67 metros de longitud cada una, y una torre de 75 metros de altura.
Finalmente, una de las infraestructuras clave de Wikinger ha sido la subestación marina, a la que se ha llamado Andalucía, que va a ser utilizada conjuntamente por Iberdrola y 50Hertz, operador del sistema eléctrico alemán. La instalación, el corazón energético del parque, ha sido también construida por Navantia en su sede en Puerto Real (Andalucía) y tiene un peso de unas 8.500 toneladas.