El objetivo principal de los sistemas de seguridad, como controles de parada de emergencia, enclavamientos y sistemas de monitorización, es la reducción de las probabilidades de que se produzcan accidentes, lesiones y daños causados por un mal funcionamiento de la máquina, por averías o por un mal uso razonablemente previsible (uso que se pueda dar a la máquina sin intención de hacer o sufrir daño de manera deliberada). Esto es especialmente importante en los sectores en los que las máquinas realizan tareas complejas y potencialmente peligrosas, como la fabricación, la construcción, la minería y la manipulación de materiales.
El cumplimiento de las normas de seguridad no solo mitiga los riesgos, sino que también mejora la productividad. Es decir, la inversión en medidas de seguridad sólidas no solo salva vidas humanas, sino que también contribuye a reducir los tiempos de inactividad y a lograr una reputación positiva por seguir prácticas empresariales responsables y seguras.
Las máquinas y los sistemas están equipados con dispositivos que disponen de parámetros específicos relacionados con la seguridad. Desde que la directiva relativa a maquinaria 2006/42/CE entró en vigor en 2009, los constructores de máquinas han tenido que diseñar cuidadosamente los sistemas de seguridad y demostrar que la cumplen, preferiblemente utilizando las siguientes normas armonizadas:
Hay que destacar que la mayoría de los clientes está acostumbrado a utilizar el PL (nivel de rendimiento) en aplicaciones de seguridad de maquinaria, ya que esta ha sido la única norma no vinculada a ninguna tecnología que ha existido durante mucho tiempo. En cambio, SIL es más empleado entre los de sistemas de seguridad de procesos, aunque a veces se utilice para la seguridad de la maquinaria. Sin embargo, la norma que cada cliente decida emplear es una cuestión de preferencias.
Entre los principales pasos que deben seguir las empresas para garantizar la seguridad de su maquinaria, ABB destaca los siguientes: